La Xunta de Galicia ha llevado a cabo los trámites necesarios para presentar en el Parlamento regional dos proposiciones de ley con el fin de solicitar al Gobierno central el traspaso de la gestión de la AP-9, autopista crucial para el transporte de mercancías por carretera de la región. Dado el carácter fundamental de la vía, se plantea la opción de solicitar al Gobierno de la Nación la transferencia de la titularidad y las competencias de la autopista AP-9 en todo su recorrido.
Estas dos proposiciones de ley han sido presentadas por el Partido Popular (PP), al frente de la Xunta, con el apoyo del grupo parlamentario del Bloque Nacionalista Gallego (BNG) con el fin de ver si puede ser idóneo solicitar la titularidad de la AP-9. Cabe recordar que esta autovía se es la gran arteria del transporte gallego al trascurrir desde El Ferrol -norte de Galicia- hasta la frontera portuguesa. Con sus 214,7 kilómetros de extensión articula el 60% del transporte de la región.
Además del vertebrar el transporte local y nacional, la AP-9 conecta de manera directa con la A-3 lusa, autovía que conduce hasta Oporto, por lo que también es clave en los servicios de transporte profesional con la región norte de Portugal. Al final, la AP-9 conecta las principales zonas industriales, núcleos urbanos y puertos de mayor peso de la región, incluso si los peajes que se cobran en esta autovía son objeto de controversia por considerarse desproporcionados respecto a las tasas que se pagan en otras carreteras de España.
Quizá este es uno de los motivos por los que el PP y el BNG están valorando pedir la concesión de la AP-9 para su completa gestión y explotación, si bien no está nada claro que los precios de los peajes de la autopista gallega por excelencia puedan bajar si finalmente pasa a estar bajo el control de la Xunta. Lo que sí parece más probable es que se pueda diseñar algún tipo de descuento para el transporte profesional por su repetido uso, algo que ahora no existe y que si es algo habitual en otras autopistas españolas.