Mientras que autonómos, PYMES y asociaciones del tranporte por carretera de mercancías sigue luchando por que no se impongan las 44 toneladas, nos volvemos a encontrar, una vez más, que dentro del sector, siempre hay deslealtades.

Las grandes corporaciones del transporte de mercancías por carretera y logística siguen exprimiendo cualquier opción de eliminar «piedras en el camino». Precios más bajos, deslocalización, condiciones laborales abusivas y otra serie de estrategias comerciales para reducir costes y bajar precios para el servicio.

Una estrategia con un único fin, acabar con cualquier competencia que no pueda ofrecer sus precios e ir eliminando cualquier atisbo de resistencia dentro del sector.

La «escusa» de la reducción de emisiones de CO2 de los megacamiones ya está muy resabida, y desde ciertos ámbitos están tomando esta postura como suya con el único fin de implantar las 44 toneladas y los megacamiones. Pero la realidad, la cruda realidad, es que una mera cortina de humo para acabar con los autónomos y las PYMES, forzando a cargar más, por el mismo o menor precio.

Una vez más y ya no se sabe cuantas van, se sigue mostrando que la desunión dentro del sector del transporte de mercancías por carretera está a la orden del día y en vez de hacer un frente único ante los constantes ataques que sufre el sector, siempre se encuentran grandes corporaciones que solo buscan «el pan par hoy, sin pensar en el de mañana».

Parece que no quieren ver o no son capaces de ver, que una vez hayan acabado con los autónomos y las PYMES, los siguientes en la lista serán ellos, y serán los que reciban las presiones para seguir bajando precios. Entonces será cuando pongan el grito en el cielo, pero entonces será tarde, muy tarde no solo para ellos, sino para todo el sector.

Ya son muchos lo que están cansados de esta situación de deslealtades continuas hacia el sector y llegará un momento, ojala, que se de un puñetazo encima de la mesa sobre las más que justas reivindicaciones del transporte de mercancías por carretera. Solo esperamos que ese «puñetazo encima de la mesa» no llegue tarde para muchos autónomos, PYMES y sus trabajadores.