La Unión Europea ha vuelto a ratificar su firme intención de fijar la prohibición de fabricación de nuevos vehículos que emitan CO2 en 2040, lo que pone fecha al final de los camiones Diésel de nueva producción. Este mensaje ha sido uno de los principales argumentos durante la conferencia de prensa de la presidente de la Comisión de Transporte y el presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo en París ante la inminente presentación del texto de estándares de emisiones de CO2 que se realizará este mes.
La Unión Europea quiere obligar a los fabricantes y transportistas a adoptar nuevas tecnologías libres de emisiones para sus camiones, ya sea a partir de la electrificación total o del uso de materias como el hidrógeno. En este sentido, desde el organismo europeo se considera que 2040 es la fecha correcta para poner el límite tanto por la tecnología de los vehículos como por la expansión de la red de carga, ya que por ahora los camiones apenas pueden recargarse en las carreteras principales y áreas logísticas.
En este sentido, la Unión Europea coloca a los motores de combustión Diésel en el mismo lugar que los que utilizan Gas Natural Comprimido (GNC) y quiere que este tipo de tecnología no esté presente en la producción existente a partir de 2024. Consideran que el GNC puede dibujar un modelo de transición, pero que también hay que salir de ello sin relanzar el sector del gas natural vehicular. De ahí que la apuesta sea firme por los vehículos de cero emisiones.
De hecho, los representantes de la Unión Europea van un poco más lejos y también creen que hay que limitar a su justa medida el biogás, incluso si tiene enormes ventajas, porque no deja de ser un gas. Además, este tipo de tecnología será fundamental y parte todavía del transporte en las próximas décadas, sobre todo cuando se habla de vehículos excepcionales como pueden ser los camiones de bomberos o los convoyes excepcionales.