Las negociaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido siguen su curso, si bien ha habido un notable giro en las mismas en las últimas semanas. Como era de esperar por su condición, el transporte de mercancías por carretera ha pasado a estar en el centro de atención del Brexit. En este aspecto, Michel Barnier en su papel de negociador de la Unión Europea ha insistido en la necesidad de dibujar un acuerdo en el que se produzca una igualdad entre derechos y obligaciones.
Después de la séptima ronda de conversaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido en la búsqueda de un acuerdo para el Brexit, Michel Barnier se ha mostrado bastante preocupado por el trascurrir que se ha dado en las negociaciones. A falta de dos meses para la finalización del texto que debería dar forma al reglamento que regule la relación entre la Unión Europea y el Reino Unido, Barnier ha criticado a la parte británica por no mostrar una voluntad de avanzar en cuestiones fundamentales asociadas al transporte de mercancías por carretera.
En este aspecto, Michael Barnier ha rechazado la vehemencia y la combatividad con la que se han expresado los negociadores británicos, algo sorprendente a la hora de tratar un punto tan importante como el transporte de mercancías por carretera. No obstante, se trata de un sector económico clave para ambas partes, ya que la actividad da empleo a millones de personas en toda Europa y en el propio Reino Unido. Además, el transporte de manera indirecta es clave en casi todos los sectores de la actividad económica.
Desde la Unión Europea se pide igualdad en los derechos y obligaciones dentro del sector, algo que contrasta con la postura del Reino Unido. No obstante, los negociadores británicos quieren que ciertas normas no se apliquen a los transportistas por carretera de Reino Unido cuando se encuentran en territorio de la Unión Europea. Si bien no hay datos concretos al respecto, parece que Reino Unido está presionando para obtener ventajas en términos de horas de conducción y descanso, así como en la normativa del tacógrafo. Sin embargo, la postura de la Unión Europea es tajante, ya que las normas serán para todos por igual.