Un reciente estudio de IRU estima que una de cada diez ofertas de trabajo como conductor profesional no se cubren en Europa. Una cifra que puede parecer pequeña, pero que define a la perfección la escasez de chóferes que sufre el transporte profesional. Con todo, lo más preocupante es que las previsiones dibujan un escenario mucho más complejo en el que el volumen de vacantes sin cubrir como conductor profesional puede aumentar en un 40% durante el ejercicio 2022.
En el caso de España, el porcentaje de puestos de conductor profesional de vehículo pesado de transporte de mercancías por carretera es de un 8%, aunque las empresas empiezan a sufrir ya serias complicaciones para encontrar chóferes. Aunque esta cifra es menor que en algunas de las grandes potencias europeas, el estudio de IRU señala que las plazas de chófer de camión sin cubrir en España durante el año pasado fueron de entre 18.000 y 20.000. Cifras similares a Francia, aunque por debajo de Alemania, Italia o Reino Unido.
Con todo, España ‘engorda’ los datos del viejo continente, donde IRU estima que hubo entre 380.000 y 425.000 ofertas de trabajo como conductor profesional que quedaron sin cubrir durante el pasado ejercicio. Cifras que implican que el 10% de las vacantes no son ocupadas, aunque la asociación calcula que esta cifra puede ser incluso mayor este año. El incremento puede llegar al 40%, lo que se traduciría en que el 14% de las plazas de conductor de camión quedarían vacías.
En este sentido, las empresas de transporte consideran que esta situación se produce por tres grandes factores como son la falta de chóferes con experiencia y con los conocimientos necesarios, la incapacidad del sector para atraer a los jóvenes a la actividad y la pobre imagen social que proyecta la profesión, lo que provoca que sea muy poco atractiva. Por eso, hay que reforzar la imagen pública del sector y facilitar el acceso a la formación necesaria.