La necesidad de encontrar puntos en común entre el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y el Comité Nacional de Transportes (CNTC) para definir el futuro del sector del transporte de mercancías a corto y medio plazo no se ha terminado de ver en la última reunión entre ambas partes. De hecho, la ausencia de propuestas ha sido tónica general, algo muy grave cuando sobre la mesa ha habido temas tan importantes como la renovación de flotas o el uso de camiones de 44 toneladas y 4,5 metros de altura.

Aunque la última reunión entre los representantes del Ministerio de Transportes y el Comité Nacional estaba marcada en rojo en el calendario, lo cierto es que el resultado de la misma ha sido un tanto decepcionante. Y es que la agenda de la reunión estaba centrada en cuestiones de carácter medioambiental como la renovación de la flota de vehículos industriales pesados o la eventual puesta en marcha del marco normativo necesario para utilizar camiones de 44 toneladas y 4,5 metros de altura, cuestión especialmente sensible para el sector.

Sin embargo, la sensación es que la reunión no ha ofrecido las propuestas necesarias para la transición ecológica del sector transporte. De hecho, existe una cierta decepción en torno al desarrollo de la misma, ya que los portavoces del CNTC esperaban encontrar respuesta a las demandas del sector transporte y sólo se ha vuelto a ‘marear la perdiz’. Con tres reuniones de cuatro ya consumidas, la sensación es que hay un camino a seguir, pero faltan propuestas para que el sector pueda recorrer este sendero con seguridad.

La renovación de la flota en busca de una transición ecológica no se puede hacer sin que esta transición sea lógica y realista, acorde a los problemas que definen al sector del transporte de mercancías por carretera. A su vez, la cuestión del uso de los camiones de 44 toneladas y 4,5 metros de altura sigue siendo muy controvertida por los efectos negativos que puede generar en las empresas ya dañadas por los efectos de la pandemia de COVID-19 y que esperan, entre otras cosas, la tramitación parlamentaria de la nueva Ley de Morosidad.