Como ha informado FENADISMER, el denominado Paquete de Movilidad, aprobado por la Unión Europea en 2020, incluyó, entre otras medidas legales, la introducción del nuevo tacógrafo inteligente de segunda generación para vehículos de primera matriculación a partir de agosto del año pasado.
Como novedad, a diferencia de las versiones anteriores que entraron en vigor gradualmente, en esta ocasión la Unión Europea ha establecido la obligación de sustituir (retrofit) los tacógrafos de todos los vehículos que realicen transporte internacional y estén equipados con versiones anteriores. En concreto, todos los vehículos con tacógrafos analógicos o digitales no inteligentes, es decir, anteriores a junio de 2019, deberán instalar un tacógrafo inteligente de segunda generación antes de que finalice diciembre de 2024. Este plazo se amplía 8 meses más para los vehículos con tacógrafos inteligentes de primera generación.
El Consejo General de la Unión Europea de Transportistas (UETR), del cual forma parte FENADISMER, analizó este lunes 8 de julio la situación actual, acordando transmitir su preocupación a las autoridades europeas por el bajo número de vehículos que están llevando a cabo el proceso de sustitución, a pesar de que quedan apenas 5 meses para la fecha límite. Asimismo, solicitaron una actuación coordinada por parte de todos los Estados miembros en caso de que se acuerde una relajación temporal en la imposición de sanciones por no haber realizado el retrofit después de dicha fecha.
Según estimaciones oficiales, el número de vehículos afectados rondaría el millón en toda Europa, de los cuales 130,000 corresponderían a la flota española.
Respecto al precio aplicado por los talleres autorizados para la instalación del nuevo tacógrafo, según información de las diferentes asociaciones nacionales pertenecientes a UETR, el coste medio por vehículo oscilaría entre 1,500 euros, como en España, Italia o Francia, y hasta 2,000 euros en países como Bélgica o Alemania, aunque en otros del este de Europa el precio es sensiblemente inferior.
En todo caso, FENADISMER sigue recomendando a todos los transportistas planificar lo antes posible la sustitución del tacógrafo, para evitar posibles retrasos por falta de componentes o sobrecarga de trabajo de los talleres especializados, y así evitar la paralización de su flota en transporte internacional a partir del próximo mes de enero.