El truck park Castellar, ubicado en el término municipal de Castellar del Vallès (Vallès Occidental, Barcelona) y gestionado por CIMALSA, estrena seis puntos de conexión que permitirán proveer de electricidad a los remolques refrigerados de los camiones, que podrán mantener la temperatura sin tener que hacer uso de los grupos electrógenos alimentados por combustibles fósiles.
Con este servicio se consigue reducir las emisiones contaminantes atmosféricas producidas por los sistemas de control de temperatura mientras el vehículo no está en circulación, así
como reducir la contaminación acústica en el entorno del aparcamiento. El abastecimiento eléctrico para prestar este servicio se basa en el autoconsumo de energía eléctrica de origen solar fotovoltaico; en caso de tener que consumir energía de la red, esta dispone de certificación de la CNMC como 100% de origen renovable.
La energía producida por los paneles solares fotovoltaicos instalados en el truck park se acumulará en baterías para ser consumida en el momento que sea necesario y se verterá en la red eléctrica en caso de excedente maximizando la eficiencia del sistema. Así, CIMALSA se acerca a la neutralidad climática y da cumplimiento a su Agenda de Acción Climática 2020-2025 ya los Objetivos de Desarrollo Sostenible 7, energía limpia y asequible; 9, industria, innovación e infraestructuras y 11, ciudades y comunidades sostenibles.
Esta actuación forma parte de un proyecto para favorecer la movilidad laboral y la calidad del aire en el corredor Besòs-Congost-Mogent, en el Vallès Oriental, financiadas por el Departament d’Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural, y ejecutadas por el ATM de Barcelona.
Es un proyecto piloto con 36 acciones, 26 de las cuales ya se han ejecutado y otras 10 están en proceso. Se calcula que la implantación de todas las acciones permitirán reducir en cinco años la emisión de 30,8 toneladas de óxidos de nitrógeno (NOx), 1,5 toneladas de partículas PM10, y
5.500 toneladas de CO₂, disminuyendo la contaminación atmosférica y mejorando la calidad del aire.
El proyecto piloto, con una inversión de 1,67 millones de euros, se financia a través del Fondo para la protección del ambiente atmosférico, del Departament d’Acció Climàtica. Este fondo se nutre con los ingresos derivados de los impuestos ambientales que gravan las emisiones contaminantes a la atmósfera y las sanciones impuestas por la administración de la Generalitat como consecuencia de infracciones de la normativa que regula la contaminación atmosférica.
CIMALSA ha colaborado en el marco anterior aportando su proyecto, desarrollando su solución y materializando la instalación y posterior explotación.