52 personas han sido procesadas por formar parte de una organización delictiva dedicada a la obtención ilegal de permisos de conducir rumanos a partir del intercambio de permisos falsos que habían sido emitidos desde otros países, principalmente el Congo. En la operación coordinada desde marzo por la policía de Bucarest, y en la que han participado agentes de diversos cuerpos y policías del país, se han llevado a cabo registros en diversas localizaciones, incluyendo la capital Bucarest y otros 19 condados del país.
Las primeras investigaciones comenzaron en el mes de marzo y en el mes de julio se llevaron a cabo un total de 61 registros domiciliarios. Sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando se ha podido desarticular al completo esta banda organizada dedicada a la obtención ilegal de permisos de conducir rumanos a partir de otros permisos falsos emitidos por el Congo. Entre los líderes del grupo se encuentra Romeo Ursu, alías ‘Boenica’, un viejo conocido de la policía al que se persigue desde hace 12 años por fraude inmobiliario.
Fuentes judiciales han señalado que para llevar a cabo esta operación la policía de Bucarest ha contado con el apoyo especializado de la Dirección del Régimen de Permisos de Conducir y de Matriculación de Vehículos, así como con la ayuda de varias unidades territoriales de lucha contra el crimen organizado, así como la Dirección de Operaciones Especiales. La colaboración de todos estos cuerpos ha sido clave para la desarticulación de una banda que había iniciado sus operaciones en el segundo semestre de 2019.
Los detenidos han sido acusados de delitos de formación de grupo delictivo organizado, así como de cohecho, acceso ilegal a sistemas informáticos, falsificación informática e intelectual y uso de esta falsificación. No obstante, esta organización compuesta por ciudadanos rumanos y extranjeros habría obtenido en los últimos meses permisos de conducir fraudulentos para más de una centena de ciudadanos rumanos, muchos de ellos ya denunciados, que no cumplían los requisitos para obtener este permiso y que habrían pagado 3.000 euros por la confección de permisos en el Congo que luego eran convalidados por permisos rumanos.