FENADISMER ha mostrado su enorme preocupación por la alarmante y brutal subida del precio de los carburantes que se ha producido en los últimos meses en España y que ha supuesto un incremento del precio del Diésel por encima del 30% en el último año. Con un valor superior a los 1,45 euros por litro, las empresas y transportistas autónomos, así como los particulares, se han visto obligados a asumir un importe que es 35 céntimos superior al que se pegaba hace apenas doce meses.
La situación se torna insostenible y los profesionales autónomos y empresas de transporte se están viendo abocadas a un escenario de falta de liquidez, ya que no son capaces de repercutir este sobrecoste en el Diésel en las tarifas de sus clientes. De hecho, cálculos de FENADISMER señalan que el encarecimiento del precio del carburante ha supuesto un sobrecoste anual que estaría cerca de los 2.000 millones de euros para los casi 100.000 transportistas que operan en España. Al final, llegar el depósito de un camión pesado supone una factura mensual de unos 5.800 euros.
Sin embargo, FENADISMER quiere poner el foco en los distintos actores que están provocando esta situación, ya que el incremento del precio del Diésel no está sujeto exclusivamente al alza del valor que está sufriendo el petróleo a nivel internacional. En este punto, la Federación señala también a las compañías petrolíferas que operan en España con precios fijados de los más altos de toda la Unión Europea antes de la aplicación de los correspondientes impuestos a los que están sujetos los combustibles.
Mientras la situación se antoja agónica, el Gobierno está ultimando la tramitación del Real Decreto-Ley que incluye, entre otras medidas, el establecimiento de una cláusula automática de revisión de las tarifas que perciben los transportistas de sus clientes y que ayudará a los transportistas y empresas del sector a poder repercutir las subidas que experimente el precio del Diésel a estos clientes, incluyendo la referencia a su evolución en los últimos 12 meses.