El sector del transporte de mercancías por carretera agoniza. Se muere. El Gobierno parece no ver la crítica situación a la que han llegado transportistas autónomos, pymes y empresas de mayor tamaño y se mantiene fiel a su calendario para activar medidas que puedan aliviar la enorme presión a la que está sometida la actividad. De nada vale que el Decreto Ley 3/2022 esté en vigor y ratificado por el pleno del Congreso de los Diputados si no se atiende a la necesidad inmediata de un sector esencial para la economía española.

Por ello, las asociaciones de transportistas que forman el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) reclaman al Gobierno de España medidas de carácter económico inmediatas y extraordinarias para evitar que el transporte colapse. Aunque se aplaude la entrada en vigor del Real Decreto Ley del transporte que prohíbe la carga y descarga por parte de los chóferes o la obligatoriedad de actualizar las tarifas de transporte en relación a la variación del precio del combustible, esto no es suficiente en la situación actual.

De hecho, el CNTC considera que todos los logros quedan ocultos en un momento de crisis en la que el aumento del precio del Diésel obliga a tomar medidas inmediatas. Y cuando se dice inmediatas no es una forma de hablar, ya que el sector transporte no puede esperar hasta el 29 de marzo, día que el Gobierno ha marcado para tomar decisiones al amparo de los acuerdos y reuniones que se lleven a cabo en Europa en las jornadas previas. No vale y más cuando otros países de nuestro entorno ya han adoptado medidas de choque.

El transporte clama no sólo por la agilización de la aplicación de los principios de la Ley de la Cadena Alimentaria para garantizar que los servicios no se realizan por debajo de costes, sino una revisión provisional y de carácter excepcional de la fiscalidad del Diésel con el fin de bajar su precio, elevado de forma artificial por la guerra entre Ucrania y Rusia. Todo en un escenario en el que se pide garantizar el libre ejercicio del derecho al trabajo de aquellos que han decidido no sumarse al actual paro que existe en el sector.