La pandemia de COVID-19 colocó a los transportistas profesionales en el foco mediático casi en cualquier país por el desarrollo de su trabajo en un momento muy complejo. Su labor para mantener la cadena de suministro y asegurar el normal abastecimiento de productos de primera necesidad fue ampliamente reconocido. Con todo, el proceder con los chóferes una vez superado el momento más crítico no ha sido ni mucho menos idéntico en todos los países y mientras que España las palabras se las ha llevado el viento, en Bélgica los conductores sí tendrán un merecido reconocimiento.
De hecho, todos los transportistas profesionales que trabajaron durante los meses mas críticos de la pandemia de COVID-19 recibirán un bono regalo de 250 euros gracias a las negociaciones del sindicato de los conductores con la patronal. En las conversaciones que se han dado entre sindicatos y asociaciones de transportistas a raíz de la situación de Reino Unido por el ‘Brexit’ y el descontento de los chóferes con las condiciones laborales en la pandemia y tras la misma. Y más allá de mejoras posible subidas salariales y otras mejoras, uno de los temas tratados ha sido este bono.
Aunque todavía no hay un acuerdo 100% cerrado porque hay otros temas de discusión encima de la mesa, se da por hecho que todos los conductores belgas que trabajaron por un periodo igual o superior a las 175 horas entre el 1 de marzo de 2020 y el 31 de mayo de 2021 recibirán este bono regalo de 250 euros. Un merecido premio a la labor que llevaron a cabo los chóferes profesionales durante este periodo y que ha permitido al grueso de población disponer de cualquier tipo de producto de primera necesidad, pero también al sector industrial de materias primas.
Más allá de la parte ‘positiva’ de estas negociaciones, el sector del transporte belga trabaja en un cambio normativo que pretende agrupar de algún modo a los chóferes por el tipo de carga y camiones que utilizan. Así, los conductores de camiones cisterna ADR estará sujetos a reglas sociales que los transportistas que trabajan con cargas normales. Se busca eso sí mejorar las condiciones económicas y los beneficios por el mayor riesgo que supone, pero también por la formación más frecuente.