Dentro de la delicada situación que vive el sector del transporte de mercancías por carretera, el transporte terrestre portuario tiene una dosis extra de presión. Al incremento de los costes por el aumento del precio del Diésel y la incapacidad de lograr repercutir estos en los clientes, se suma el efecto botella que se produce en muchas instalaciones portuarias. Como resultado, la profesión es todavía menos atractiva, la ausencia de un relevo generacional es claro y la escasez de conductores en la actualidad va en aumento.

En esta línea, la Asociación de Transportistas Autónomos Portuarios (Fenatport) señala que la situación es mucho más compleja y dramática de lo que puede parecer a simple vista y alerta que «si no exista una adecuación de los precios que permita cubrir los costes soportados por los profesionales, en un corto espacio de tiempo resultará especialmente complejo que existan camiones suficientes para poder dar servicios en los puertos de España. Las consecuencias inmediatas sobre el abastecimiento si no se cambia la tendencia actual serán palpables».

Para frenar esta situación y corregir una tendencia del todo catastrófica, la patronal pide inversiones y mejoras para hacer más rentables los servicios de transporte, ya que con las actuales infraestructuras «se producen graves prolongaciones en los tiempos de espera para la carga y descarga de contenedores. Situación que influye de especial manera en la rentabilidad de los servicios, ya que se producen colas interminables en los puertos que acaban por afectar a la salud de los conductores y a sus resultados económicos«.

Con esta situación muy presente, los representantes de Fenatport señalan que, si el modelo actual se prolonga sin corregir los fallos que presenta, este cúmulo de circunstancias «pueden situarnos a muy corto plazo en una situación muy similar a la que se está produciendo en Estados Unidos o en Reino Unido, con el añadido de que las terminales podrían acabar por verse colapsadas. Una situación así dejaría sin posibilidad de dar salida a las mercancías que se vayan acumulando en los puertos».