El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha lanzado la tercera convocatoria de ayudas del programa de eco-incentivos marítimos, dotada con 20 millones de euros, con el objetivo de fomentar que el sector del transporte de mercancías por carretera suba los camiones a los buques en sus desplazamientos por la Unión Europea, es decir, que incluyan la vía marítima en sus trayectos internacionales dentro de Europa.
Se trata de una iniciativa financiada con fondos NextGenerationEU del Plan de Recuperación y está dirigida a los transportistas, cargadores y operadores de transportes tanto empresas como autónomos que opten por embarcar sus semirremolques, remolques o vehículos pesados rígidos en buques adaptados a este tipo de carga para mover sus mercancías por la Unión Europea.
Para optar a los incentivos, los potenciales beneficiarios deberán utilizar alguna de las rutas subvencionables operadas por las navieras colaboradoras del programa, en lugar de hacerlo por carretera.
En concreto, esta tercera convocatoria subvencionará los trayectos marítimos internacionales que se realicen entre el 8 de mayo de este año y el 31 de marzo de 2025 entre los puertos de Barcelona, Bilbao, Sagunto, Santander, Valencia y Vigo con destino a otros puertos de la UE en Bélgica, Francia, Irlanda e Italia. Las rutas marítimas deben tener una alternativa por carretera, salvo en el caso de Irlanda, como origen o destino desde la España peninsular.
Esta tercera edición da continuidad a la convocatoria de 2023, cuyo plazo para solicitar las subvenciones a los tráficos realizados entre el 29 de abril de 2023 y el 31 de marzo de 2024 concluye el 30 de junio de 2024.
En esta convocatoria se han actualizado los cálculos de las ayudas para tener en cuenta las mejoras en materia de sostenibilidad implementada por las cinco navieras colaboradoras de esta tercera edición: Britanny Ferries Bilbao, CLdN Ro-Ro, Finnlines, Flota Suardiaz y Grimaldi Euromed.
Estas mejoras abarcan desde cambios en las rutas, haciéndolas directas, con el consiguiente ahorro de combustible, hasta la sustitución de los buques por otros nuevos movidos por baterías o la utilización de combustibles menos contaminantes como el gas natural licuado.
El objetivo final es contribuir a reducir las emisiones, aliviar la congestión en las carreteras, reforzar la seguridad vial y mejorar las condiciones laborales de los trabajadores del sector y la conciliación familiar. Además, supone un estímulo indirecto a las navieras para mejorar el desempeño ambiental de sus buques en las rutas subvencionables que operan.