La falta de un protocolo común para regular la apertura de los establecimientos de hostelería y restauración dentro de las restricciones por la pandemia de COVID-19 ha provocado una disparidad de criterios entre las Comunidades Autónomas. Esta circunstancia ha generado un nuevo problema a los conductores profesionales, ya que en muchos casos no disponen de los establecimientos habituales a pie de carretera en los que atender sus necesidades. Comer caliente o asearse es muchas veces una quimera en el transporte de mercancías por carretera.

Dentro de este escenario, el transporte gallego ha solicitado que se proceda a la apertura de las áreas de servicios que están a pie de carretera o que por su ubicación estratégica dentro de centros logísticos o polígonos industriales y que son de especial utilidad para el sector. En esta línea, Fegatramer se ha dirigido a la Dirección General de Movilidad de la Xunta de Galicia para que autorice de una vez la apertura de la hostelería con el objetivo de prestar servicio a los conductores profesionales, tal y como han hecho otras Comunidades.

Al final, las autoridades gallegas han optado por no regular una exención a la norma que limita la apertura y los horarios de los establecimientos focalizada en la propia actividad del sector del transporte de mercancías por carretera. Una circunstancia que supone un nuevo revés para los profesionales y empresas a la hora de desarrollar su actividad y que se suma a otros graves problemas que arrastra el sector de transporte gallego como la eterna concesión de la AP-9 y que mantiene los peajes de la autovía.

La batalla de Fegatramer por ofrecer a los transportistas gallegos los servicios asociados a los establecimientos de restauración a pie de carretera es un ejemplo más de los problemas que ofrecen las medidas regionales que se han tomado ante el aumento de los contagios por la tercera ola de la pandemia de COVID-19. Una situación que desde las principales organizaciones empresariales de transporte señalan como un factor que dificulta el normal desarrollo de la cadena de suministro y el abastecimiento de productos esenciales.