La Federación Empresarial de Transporte de Mercancías de Galicia (FETRAM) ha publicado un rotundo comunicado en el que pone de relieve las pésimas condiciones en las que tienen que desarrollar su actividad los transportistas vinculados a la cadena de supermercados Lidl. En concreto, este comunicado hace referencia a las condiciones «indeseables, despreciables y lamentables» que se producen en la plataforma logística que tiene Lidl en la localidad coruñesa de Narón por las enormes esperas a las que se ven sometidas los chóferes cada día.
A lo largo del comunicado se puede apreciar el enorme malestar que hay entre los chóferes que realizan servicios en la plataforma logística de Lidl en Narón por las enormes esperas que tienen que sufrir cada día para entregar las mercancías que portan sus camiones. Tiempo de espera que no es renumerado y que interfiere en su labor al no poder encadenar servicios. Una situación preocupante para la viabilidad del trabajo de los conductores, pero que Lidl no soluciona al no verse afectado.
FETRAM explica que cada día más de 200 camiones con todo tipo de mercancías se dan cita en la plataforma logística de Lidl en Narón, provocando largas esperas entre los chóferes para poder hacer la entrega de los productos, lo que a su vez imposibilita encadenar otros servicios o retornar a sus domicilios en un plazo lógico. Al final, cada hora que un chófer espera para entregar su mercancía es una hora que pierde su tiempo de trabajo o, lo que es peor, de su tiempo personal para disfrutar de su familia, de su descanso o de tiempo de ocio.
En este aspecto, FETRAM asegura recibir quejas todos los días de transportistas que ven como su profesionalidad a la hora de cumplir con los horarios pactados de entrega no sirve de nada. Una situación que en el contexto actual todavía es más grave por la pandemia de COVID-19, ya que los conductores se ven obligado a estar confinados en sus camiones durante largas horas. Por este motivo y ante la ineficaz gestión demostrada por parte de la plataforma logística de Lidl, los transportistas han decidido acogerse al modelo de juntas arbitrales para hacer así el depósito de las mercancías en dos almacenes puestos a disposición de los chóferes, a riesgo de que se produzca un desabastecimiento y un aumento de los costes.