TRANSCONT Comunitat Valenciana, Asociación de Auto patronos del Transporte de la Comunidad Valenciana, reunió de urgencia a su Junta Directiva, con objeto de valorar las medidas a adoptar ante la situación de caos absoluto generado en el PLV de Riba-roja.
Según ha publicado Transcont a través de sus redes sociales, «esta situación, que se viene repitiendo a diario en los últimos años, llega a generar retrasos de hasta dos horas, supone una muestra de la incapacidad e inacción tanto de los gestores de la infraestructura como de los representantes de la administración responsable, demostrando su falta de criterio a la hora de asumir decisiones que permitan desbloquear una situación denunciada en numerosas ocasiones por los colectivos de transportistas portuarios afectados.»
En el pasado mes de diciembre se mantuvieron reuniones con el Director de Docks, aunque la situación sigue en el mismo punto de estancamiento, según denuncia la asociación.
Para Transcont CV, el cuello de botella que se genera todas las tardes, con colas interminables de camiones en estas instalaciones, supone una importante pérdida económica para los transportistas que se ven obligados a permanecer en sus vehículos durante horas ante la ineficacia de un servicio manifiestamente mejorable.
Esta situación genera pérdidas económicas a los profesionales del transporte, además de los horarios del tacógrafo y un estado de inseguridad dado que según denuncia la asociación las instalaciones no reúnen los requerimientos de seguridad.
«La situación generada en Riba-roja se produce como consecuencia de la acumulación, en horas determinadas de un gran número de vehículos sobre un espacio mal diseñado en términos de flujos de circulación y sobre todo, ante la falta de criterio a la hora de generar los flujos de carga y descarga.
Desde Transcont CV, al igual que desde otras organizaciones de transportistas, hemos insistido reiteradamente a la administración con propuestas que entendemos que permitirían paliar esta situación, propuestas desatendidas hasta el momento, lo cual nos hace pensar que o bien no existe voluntad de solucionarlo, menospreciando la labor del transportista y poniendo en riesgo la propia seguridad vial del entorno o bien existe una clara incapacidad de encontrar y aplicar soluciones a este problema.»