La crisis derivada de la pandemia de COVID-19 está afectando al sector transporte a todos los niveles. De hecho, el tráfico portuario en España ha caído en un 30% en la última semana de marzo, circunstancia que afecta de manera directa al transporte de mercancías por carretera. Pese a que los movimientos de productos alimentarios y de higiene se han incrementado en las últimas semanas, la situación actual dibuja una caída generalizada en el movimiento de todo tipo de mercancías en las instalaciones de Puertos del Estado.
El volumen de mercancías descargas en las instalaciones que componen el sistema portuario español ha descendido un 30% en la última semana de marzo, siempre según los datos que ofrece el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana. Una caída que afecta a la totalidad de mercancías y productos que pasan por los puertos de interés general, ya que el incremento en los movimientos de productos alimentarios y de higiene ha sido a menor ritmo que el registrado en las semanas anteriores.
Desde Puertos del Estado y el propio Ministerio han asegurado que, a pesar de estos datos y del descenso del tráfico marítimo nacional, el abastecimiento de productos a la población está totalmente garantizado. De hecho, en lo tocante a productos de alimentación, higiene y de primera necesidad se ha registrado un incremento portuario de entre el 5 y el 12%. Datos que en cualquier caso son muy inferiores al incremento del 50% que se dio en los primeros días de la aplicación del Estado de Alarma por la fuerte demanda ante la incertidumbre generalizada.
Más allá de los datos puntuales sobre productos concretos, la caída generalizada en el tránsito de mercancía por los enclaves de Puertos del Estado no hace más que reflejar la crisis que vive el sector del transporte de mercancías por carretera por el COVID-19. Y es que la condición de servicio esencial no sirve para paliar los efectos negativos de la crisis para el transporte por carretera, con miles de servicios menos tanto a nivel nacional como internacional ante la paralización del entramado industrial y del sector servicios.