El Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia ha emitido un comunicado recordando las graves consecuencias de ser partícipe de un delito de tráfico ilegal de inmigrantes entre Francia y Reino Unido. Una advertencia que llega tras el aumento de casos de personas indocumentadas que intentan acceder a Reino Unido desde Francia utilizando como soporte los camiones de los transportistas. En este aspecto, la colaboración con la inmigración ilegal está penada con hasta 5 años de prisión y multas que pueden alcanzar los 30.000 euros.
Las disposiciones del Código Penal de Francia imponen penas de hasta 5 años de prisión para las personas que colaboren de manera directa o indirecta en la entrada, movimiento, estancia ilegal o salida hacia un tercer país de un extranjero indocumentado. Además, se pueden llegar a imponer multas de hasta 30.000 euros por este tipo de prácticas que bien pueden afectar a los transportistas de mercancías por carretera al ser este tipo de vehículos soporte en muchas ocasiones para la inmigración ilegal.
De hecho, los intentos de ingresar de forma ilegal en Reino Unido desde Francia han crecido en las últimas semanas, sobre todo de inmigrantes ilegales que utilizaban vehículos de transporte para poder colarse en los ferries que salen de Calais, Francia, y viajan hasta Reino Unido. En este aspecto, las entradas clandestinas en los vehículos se producen principalmente en los aparcamientos de la propia instalación portuaria o en un tramo cercano al punto de embarque, ya que los vehículos pesados son obligados a reducir su velocidad.
En esta línea, las autoridades recomiendan a los conductores de camiones que utilicen sin ningún tipo de excepción estacionamientos seguros, además de someterse a todos los controles fronterizos, incluidos los que son opcionales. Como es lógico, también se pide a los transportistas que nunca acepten trasladar a extraños, ya que corren el riesgo de incurrir en este delito de colaboración con inmigración ilegal. Además, se recuerda que la responsabilidad de la mercancía y equipaje transportado siempre recae en última instancia sobre el transportista.