TFG como referente del sector textil, con marcas como Hobbs y Whistles, ha firmado un acuerdo con la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) con el fin de prevenir, mitigar y abordar los riesgos de abusos contra los derechos humanos que se puedan dar entre el personal del transporte de su cadena de suministro. Se trata del primer minorista del sector que firma un acuerdo de colaboración de estas características con ITF para mejorar las condiciones de los actores de su sistema de transporte.
El objetivo de TFG con este acuerdo con la federación ITF es erradicar los abusos contra los derechos laborales que se puedan dar en su cadena de suministro, ya sea entre el personal de carga y descarga de sus almacenes, entre los encargados de la gestión del transporte o entre los propios conductores profesionales. Aunque muchas empresas del sector textil están asumiendo compromisos de sostenibilidad, no son tantas las que trabajan en esta área.
De hecho, es muy común dentro del sector de la moda que no se respeten del todo derechos laborales de primer orden, ya que la cadena de suministro dentro de la industria textil está regulada en muchas ocasiones por operaciones de subcontratas. Esto hace que la actividad del transporte asociada a este tipo de industria pase un tanto desapercibido entre las grandes estructuras comerciales existentes. De hecho, recientemente se ha descubierto que muchas de estas subcontratas aprovecharon la pandemia para pagar a conductores entre 100 y 600 euros al mes por turnos de 48 horas de trabajo sin descanso.
Por esta razón, el memorando de entendimiento entre TFG y la ITF supone un hito dentro de la industria textil porque marca el camino para que las empresas del sector cumplan con su deber de velar por el respeto de los derechos humanos y laborales de los trabajadores que participan de su cadena de suministro. El objetivo final es llevar a cabo unas prácticas laborales éticas, algo por lo que trabajará un grupo técnico de ITF.