La bonificación de 20 céntimos por litro de combustible que ha aprobado el Gobierno entre el 1 de abril y el 30 de junio supone un soplo de aire fresco para los transportistas y los usuarios en general ante el aumento descontrolado de su precio. Sin embargo, el ‘descuentazo’ de los carburantes también tiene letra pequeña, sobre todo por la incertidumbre y confusión que existe en la aplicación de esta bonificación de 20 céntimos y los efectos colaterales que se están dando a partir de esta decisión.
El descuento aprobado por el Gobierno de 20 céntimos por litro de combustible se divide en dos partes. Las Arcas Públicas sufragan una bonificación de 15 céntimos por litro, mientras que los 5 restantes corren a cuenta de las comercializadoras, siempre que tengan un volumen de negocio muy elevado. En cualquier caso, los dueños de las gasolineras deben adelantar el importe de este descuento hasta que el Gobierno haga efectivo su pago, lo que ha llevado a decenas de estaciones de servicio a cerrar sus puertas ante la imposibilidad de adelantar este dinero.
Sin embargo, hay consecuencias que pasan más desapercibidas a los usuarios. De hecho, las comercializadoras y distribuidoras no han aceptado nuevos pedidos para suministrar Diésel y otro tipo de combustible a empresas privadas, por lo que se ha generado una situación de desabastecimiento entre las empresas de transporte con surtidores propios. Una situación que afecta de manera drástica al sector, ya que el 30% del consumo de carburante que se utiliza en la actividad se reposta en estos surtidores privados en las instalaciones de las empresas de transporte.
Las petroleras y distribuidoras se niegan a suministrar carburante a estas empresas hasta que se aclara la confusión creada en torno a la bonificación de 20 céntimos. Ante esta situación, FENADISMER señala al Ministerio de Hacienda y Economía por la precipitación y oscurantismo que se ha seguido a la hora de aprobar esta medida, sin mediar negociación alguna con los representantes de los sectores afectados como son el automovilista, el transporte de mercancías por carretera o el de las estaciones de servicio.