Aunque el Acuerdo de Schengen puso fin a los controles de pasaportes de los viajeros y transportistas que atraviesan Europa, todavía existen otras barreras nacionales que frenan el viaje. Uno de ellos es el peaje: Los países europeos tienen sistemas diferentes, lo que puede ser confuso para los conductores. Ahora, sin embargo, la Unión Europea ha abordado esta cuestión con un plan para mejorar la interoperabilidad transfronteriza de los peajes electrónicos, así como para simplificar los procedimientos administrativos y reducir el fraude.
El nuevo acuerdo fue acordado provisionalmente por el Parlamento Europeo y los Estados miembros de la UE en noviembre. El European Electronic Toll Service (EETS) o Servicio Europeo de Telepeaje significa que los distintos sistemas de peaje funcionarán en toda la UE, lo que permitirá a los conductores pagar los peajes con un solo equipo a bordo.
El EETS también establecerá un sistema para que los Estados miembros de la UE rastreen a las personas que no paguen los peajes, mediante el intercambio de información. El programa forma parte del primer paquete de movilidad presentado por la Comisión Europea en mayo de 2017 para lograr una movilidad limpia, competitiva y conectada en toda Europa.
«Este acuerdo allanará el camino para unas normas europeas modernas de telepeaje, contribuyendo a una experiencia de viaje sin fisuras para nuestros usuarios de la carretera«, declaraba la Comisaria de Transportes de la UE, Violeta Bulc. «También será un paso importante hacia una unidad a bordo, un contrato y una factura.»
La medida también podría facilitar a las ciudades la imposición de restricciones a los vehículos más contaminantes.
Hasta ahora, ha sido difícil de aplicar mientras estos vehículos sigan cruzando las ciudades sin ninguna restricción. Gracias al reconocimiento automático de matrículas (ANPR), el EETS es especialmente adecuado para los peajes urbanos, y puede resultar útil cuando se combina con otras tecnologías para mejorar el procedimiento de peaje.
Desde el punto de vista de la comodidad, esto debería garantizar la fluidez de los desplazamientos de los usuarios de la carretera que tienen que cambiar de sistema de peaje cuando conducen de un Estado miembro a otro. Establece sistemas fiables, fáciles de usar y rentables, adaptados a una política armonizada de tarificación vial a escala de la UE. Asimismo, prevé los futuros avances tecnológicos, subrayando la necesidad de hacer que los peajes electrónicos sean interoperables, a fin de reducir el coste y la carga que supone el pago de los peajes en toda la UE.
No existe un sistema uniforme de peaje en toda la UE, pero con la llegada de los peajes virtuales -peajes que utilizan señales de satélite a través de dispositivos a bordo- es probable que los países europeos se alineen más estrechamente con sus sistemas y tarifas a medida que buscan formas de pagar por la infraestructura vial.
Los eurodiputados quieren allanar el camino a los peajes basados en la distancia en lugar de en el tiempo. El año pasado se votó a favor de cambiar el sistema a los basados en la distancia para camiones y autobuses a partir de 2023, y a las furgonetas a partir de finales de 2027. Esto llevará a un sistema de peaje más justo y sencillo en toda Europa.