La pasada semana empezó a agitarse el avispero en el sector del transporte de mercancías por carretera de Italia por la propuesta del partido liberal Forza Italia de poder retrasar la edad de jubilación de los conductores profesionales de camión de los 68 a los 70 años. Una medida que en todo caso no se discutirá en sede parlamentaria hasta el otoño, pero que no ha tardado en encontrar la oposición del gremio de los chóferes de camión y de los sindicatos de transporte que los representan.
En concreto, los sindicatos federales se han mostrado totalmente contrarios a la modificación del código de la circulación que permitiría que los chóferes de camión pudieran desarrollar su labor hasta los 70 años. En este sentido, tres de los grandes sindicatos del transporte del país han emitido un comunicado conjunto en la que explican que, aunque esta medida se pueda paliar la falta de conductores, la realidad es que puede suponer un problema para la seguridad vial, por mucho que la ampliación de la edad para conducir sea voluntaria.
Las tres organizaciones sindicales que firman este comunicado señalan que los conductores profesionales de camión ya sufren situaciones complicadas, debido a la propia naturaleza de la profesión. Cansancio, falta de sueño, estrés, problemas físicos, dolencias posturales y algunas enfermedades de alta incidencia entre los conductores profesionales de camión reflejan que es una profesión dura, penosa y que en lugar de ampliar la edad de jubilación había que poner los medios para rebajar esta edad. Al final, esta medida es negar las condiciones extenuantes en las que suelen moverse los conductores.
De igual forma, los sindicatos señalan que tomar esta medida iría también en contra de uno de los principios más básicos como es la protección de la seguridad laboral de los trabajadores, lo que a su vez empeoraría la seguridad vial de todos los ciudadanos. Una visión contraria a la que por ejemplo tiene la asociación nacional de autobuses turísticos que sí defiende esta medida con carácter voluntario, algo lógico por la distinta exigencia de su trabajo.