La crisis sanitaria y económica derivada de la pandemia de COVID-19 se ha convertido en uno de los factores determinantes en el funcionamiento del sector del transporte de mercancías por carretera en los dos últimos años. La eclosión de la pandemia fue del todo imprevisible y por sus efectos globales e inéditos llevó al límite a la cadena de suministro. Con el paso de los meses, las empresas de transporte se han adaptado a la situación, aunque la sexta ola de la pandemia vuelve a poner en alerta al sector.
La aparición de la variante Ómicron ha dibujado algunas pequeñas restricciones de movilidad, si bien en líneas generales el transporte de mercancías por carretera a nivel internacional no ha sufrido grandes complicaciones. Sin embargo, esta cepa del virus sí ha afectado en la raíz de la actividad, a los propios trabajadores de las empresas de transporte. La alta incidencia de contagios y la obligada baja temporada de los chóferes están provocando algunas rupturas en la cadena de suministro ante la escasez de conductores, ahora agudizada por los contagios.
En el sector del transporte de viajeros por carretera y entre las aerolíneas ya se han dado casos de escasez de personal, lo que está obligando a dibujar turnos de ‘imaginaria’, es decir, con tripulaciones en libranza dispuestas a cubrir cualquier eventualidad. En España, la compañía estatal Renfe ha tenido que reforzar su plantilla, sobre todo en los trenes de alta velocidad AVE y AVLO, así como en trenes de larga distancia ante el aumento de casos de COVID-19 entre sus trabajadores, todo en paralelo a un aumento de la demanda.
A nivel global, tal y como señala Umberto de Pretto, secretario general de IRU, se está dando: «un aumento dramático en la demanda del transporte por carretera. Esta situación, unida a las restricciones COVID innecesarias y equivocadas, a la escasez de conductores y al considerable aumento del precio de los combustibles, amenaza con causar estragos entre las empresas de transporte y, por extensión, en la cadena de suministro a nivel global. Estamos en una situación delicada, aunque no es peor que las que se han vivido meses atrás».