El sector del transporte de mercancías por carretera atraviesa una situación compleja. En plena recuperación de la actividad tras la pandemia de COVID-19, la balanza que debe equilibrar la oferta y la demanda está desajustada. Las cadenas de suministro se tensionan y la flexibilidad es, junto a la digitalización, la mejor arma para sobrevivir a un escenario en el que la escasez de conductores y la transición ecológica dibujan dos grandes retos para la actividad.
En un marco muy definido y alta complejidad, OnTruck ha dibujado seis tendencias que a su entender marcarán el ritmo del sector del transporte de mercancías por carretera este año. Así lo aseguran al menos los expertos de una de las empresas digitales de referencia del sector. La primera de las claves de la actividad será la continuidad de la tensión en la cadena de suministro global por los cuellos de botella en el transporte marítimo y la escasez de materias primas que retrasan la producción y los flujos de las mercancías.
También será necesaria una mayor flexibilidad y adaptación por la volatilidad del mercado y del propio transporte. El sector debe evolucionar hacia modelos más flexibles que permitan tener diferentes alternativas de suministro. Las propias empresas y operadores deben contar con proveedores de transporte con soluciones dinámicas. Esta es además de una de las múltiples razones por la que se necesita un avance en la digitalización para aumentar la eficiencia, la trazabilidad y una mejor gestión de la documentación.
Los hábitos de compra de los consumidores han cambiado, lo que obliga al sector logístico y del transporte a afrontar nuevos retos operativos. Todavía hay margen para mejorar a nivel organizativo, aunque la escasez endémica de conductores complica todo. Es necesario para el sector mejorar su imagen y reducir la morosidad para hacer de la actividad más atractiva para nuevos trabajadores. Y por si esto no fuera suficiente, la transición ecológica y la reducción de emisiones complica todavía más el desarrollo del sector.