Los principales representantes de la patronal del transporte miran con preocupación la deriva que está tomando la aprobación de la nueva ley de masas y dimensiones, por la diferencia que se está dibujando en términos comparativos. Mientras que la introducción de los camiones de 44 toneladas y 4,5 metros de altura a nivel de la Unión Europea avanza y la Directiva europea que habilitará su uso es muy probable que vea la luz antes de mayo de 2024, en España el proceso está paralizado por la situación política existente.
España tenía la posibilidad de ser uno de los primeros países en regular la entrada de los camiones de 44 toneladas y unirse así a los Estados miembro que ya permiten su utilización con carácter nacional. Sin embargo, el adelanto electoral del pasado verano ha hecho que la tramitación de esta ley haya quedado paralizada mientras el Gobierno siga en funciones. En paralelo, la Unión Europea sí que ha avanzado en su nueva Directiva de masas y dimensiones para los vehículos pesados de transporte de mercancías por carretera.
Una situación que se puede tornar en problema como explica Ovidio de Roza, presidente de CETM: «Hagamos nosotros primero la norma porque será mejor que lo que venga de Europa. Debemos asumir que las 44 toneladas son una realidad. Todos no estábamos de acuerdo con ella, pero tras los acuerdos de diciembre de 2021 conseguimos acercar posturas». Por su parte, Carmelo González, presidente del CNTC, ha añadido: «Debemos asumir las 44 toneladas como el camino a seguir».
Es evidente que la introducción de las 44 toneladas juega en favor de cargadores y clientes de transportistas y no tanto de las empresas de transporte, pero se entiende que todas las partes deben ceder para conseguir un sector del transporte de mercancías por carretera sólido. Al final, todo está inventado, pero sí que es cierto que, si la Directiva europea se adelanta a la norma nacional, el margen de maniobra será mucho menor. Con todo, si hay algo en lo que el sector coincide es que se necesitarán ayudas públicas para llevar a cabo una transición lógica y realista.