La crisis sanitaria y económica asociada a la pandemia de COVID-19 ha dejado muy tocado al sector del transporte de mercancías por carretera. La crítica situación vivida en los últimos meses ha puesto de manifiesto la necesidad de solucionar algunos problemas históricos de la actividad, así como la obligación de avanzar de manera urgente en el proceso de digitalización de las empresas de transporte. Y es que al final, el COVID-19 ha cambiado por completo el panorama del sector en España y Europa.
Así lo demuestra la macroencuesta realizada por el Grupo Alpega a más de 1.200 empresa del sector logístico y del transporte de toda Europa, muchas de ellas españolas. En esta encuesta, el 43% de las empresas participantes aseguran que sus beneficios serán similares a los de 2020, si bien en España más de la mitad creen que estarán por debajo del pasado ejercicio. Con todo, los datos generales de la encuesta señalan que el sector mantiene actualmente un optimismo que se puede tildar de moderado.
Mirando los datos previos, la mitad de los encuestados aseguran haber sufrido una reducción significativa de las transacciones durante el ejercicio 2020. El 63% de estas empresas cifran la disminución de sus beneficios por debajo del 25%, mientras que el 37% restante lo hacen en una horquilla que alcanza hasta el 50%. Sin embargo, los datos del ejercicio 2021 son algo más optimistas ya que, aunque el 38% considera que van a mantener el volumen de servicios de transporte, el 37% de las empresas encuestadas creen que su volumen de facturación va a crecer este año.
Este optimismo es menor en España ya que el 43% de las empresas encuestadas del país cree que realizará menos operaciones, tendencia que se repite tanto en España como en Portugal a la hora de valorar las ganancias del ejercicio, toda vez que más de la mitad de las compañías consideran que estarán por debajo de 2020. Eso sí, el 31% de las empresas considera que los precios de los servicios de transporte aumentarán durante 2021, mientras que el 38% creen que los precios se mantendrán igual. Eso sí, en España el 50% considera que los precios incluso bajarán.