La utilización de megacamiones sigue creando un enorme recelo en el sector del transporte de mercancías por carretera. Mientras que muchas de las ventajas que supuestamente ofrece la utilización de este tipo de vehículos no son tal y como se reflejan o no están avaladas por datos concretos, los megacamiones ponen en peligro la sostenibilidad del sector. Una circunstancia que contrasta con la firme y sólida apuesta que mantiene por el uso de este tipo de camiones en la Unión Internacional del Transporte por Carretera (IRU).
En este aspecto, la IRU solicita a las administraciones de los distintos países que lleven a cabo un ejercicio para armonizar la normativa que regula el uso de los megacamiones, sobre todo en la Unión Europea. Sólo así se conseguirá que este tipo de combinaciones vehiculares se utilicen de forma más frecuente en los servicios de transporte internacional, fomentando en teoría viajes con una mayor capacidad de carga. Para la IRU es la forma perfecta de mejorar la rapidez y viabilidad de las operaciones de transporte a la par que se reducen las emisiones contaminantes.
Para sustentar su petición y a pesar de la oposición frontal de parte del sector del transporte de mercancías por carretera, la IRU señala que la armonización de la normativa de peso y dimensiones de los camiones y de los conjuntos en operaciones transfronterizas permitiría reducir las emisiones de CO2 en más de 13.000 toneladas de aquí a 2050. De igual forma, la patronal de transporte estima que el consumo de combustible se reduciría un 35%. Sin embargo, desde el sector se considera que se debe apostar por utilizar vehículos más limpios, aunque bajo el formato actual de peso y dimensiones.
De hecho, se estima que con la renovación de sólo el 30% de la flota mundial de camiones que realiza operaciones regionales y de largo recorrido por vehículos más nuevos y ecológicos se reduciría la huella de carbono y las emisiones de CO2, en este último caso en 237 millones de toneladas anuales para 2050. Una cifra que además irá creciendo hasta acercarse a los 700 millones de toneladas si se tiene en cuenta que el volumen de servicios de transporte de mercancías por carretera se triplicará en ese espacio de tiempo. Por esta razón, el sector transporte está en contra de los megacamiones en su inmensa mayoría.