La Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU) ha puesto el foco en la grave situación que atraviesa el sector del transporte de mercancías por carretera con motivo de la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19. En este aspecto, la IRU estima que el transporte de mercancías tendrá unas pérdidas de 575.000 millones de euros en este ejercicio y reclama ayudas públicas y movimientos por parte de las autoridades para evitar una ola de quiebras entre las compañías del sector.
El surco de la pandemia de COVID-19 en el transporte está siendo muy profundo. De hecho, la insolvencia es una sombra muy alargada para miles de empresas de transporte a lo largo y ancho de toda Europa. Al final, un segmento tan atomizado y heterogéneo como el transporte de mercancías por carretera no dispone del músculo financiero suficiente como para resistir una crisis tan prolongada. Los impagos y la insolvencia, así como las quiebras y cierres, pueden ser el pan de cada día en los próximos meses dentro del sector.
Por esta razón, la IRU pide que los Gobiernos ayuden al sector del transporte con subvenciones en efectivo para mejorar la liquidez de las pequeñas y medianas empresas, así como de los propios profesionales autónomos. A su vez, se insta a aplicar sistemas que permitan flexibilizar las primas de seguros, así como aplicar exenciones de impuestos y otras cargas administrativas habituales del sector. En caso contrario, empresas de todas las regiones del planeta corren riesgos muy elevados de insolvencia a corto y medio plazo, sobre todo si se mantiene la actual situación.
A partir de los indicadores de insolvencia -todos en nueve o diez sobre diez- como son la rotación de activos fijos, el flujo de caja previsto y el punto de inflexión de los ingresos reales, la IRU solicita un papel más activo de los gobiernos, ya que la posición general es la de inanición por parte de los gobiernos. Una situación insostenible para las más de 3,5 millones de empresas pequeñas y medianas de transporte por carretera, pegamento de una cadena de suministro que está amenazada, igual que la economía mundial.