Carmelo González, presidente reelegido de Conetrans, ha solicitado de manera formal que se prorrogue el sistema de bonificación al combustible para el transporte profesional hasta final de año, petición que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana como mínimo va a estudiar. En este sentido, el responsable de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales de Transporte por Carretera ha pedido no sólo la extensión de estas ayudas, sino la creación de otras líneas de ayudas para las empresas del sector, sin importar su tamaño.
María José Rallo, hasta ahora secretaria general de Transportes, ha resaltado la intención del Ministerio de Transportes de estudiar esta posibilidad. Sin embargo, la nueva situación política del país deja esta declaración de intenciones en nada, por lo que no está muy claro que va a suceder con la bonificación del combustible a finales de junio. Cabe recordar que estas ayudas directas para el sector eran de 20 céntimos por litro hasta el cierre del primer trimestre y de 10 céntimos por litro hasta el final del segundo trimestre.
El gran problema para la prórroga de la bonificación al combustible no es ni siquiera la decisión de Pedro Sánchez de adelantar las elecciones, sino las políticas de la Comisión Europea. Una vez que se ha estabilizado el escenario económico actual, la Unión Europea está allanando el camino para el regreso a una disciplina fiscal normal, lo que supone en el caso de España reducir el gasto público. Un objetivo que no encaja demasiado bien con una ayuda por litro de combustible que tiene un gasto para el erario público de unos 240 millones de euros.
De hecho, la Comisión Europea ha señalado con el dedo a España para que reduzca el gasto público. En lo que respecta al sector del transporte de mercancías y viajeros por carretera, la Comisión ha dado un buen tirón de orejas a nuestro país, señalando que hay que reducir el gasto de 8.000 millones de euros destinado a medidas energéticas, lo que en otras palabras se traduce en no prorrogar las ayudas y bonificaciones sobre el transporte que se dibujaron a partir de la crisis económica y energética provocada por la invasión rusa de Ucrania.