El transporte de mercancías por carretera entre la península Ibérica y el resto de Europa está supeditado al cruce fronterizo entre España y Francia por los pirineos. En la actualidad, las dos rutas de transporte más utilizadas son las que trascurren por Irún y por Cataluña, lo que deja muy poco margen de maniobra a los transportistas y empresas del sector. Por este motivo, la Fundación Corell ha vuelto a poner de relieve la necesidad de mejorar el transporte con el resto de Europa a través del Pirineo Central.
La gran problemática que existe para el desarrollo de un paso fronterizo por el Pirineo Central acorde a las necesidades del transporte de mercancías por carretera está en la nula disposición de Francia a acometer este proyecto, ya que la región de Aragón que podría dar espacio a este paso fronterizo comunica con la parte francesa más ‘vaciada’, por lo que no existe un interés por parte de las autoridades francesas. Una situación que se lamenta desde España ya que la zona norte española podría crecer en materia de logística y transporte, con Zaragoza como gran epicentro.
Al final, el sector del transporte y de la logística de España y Portugal están creciendo a menor ritmo que en otros países. La posición periférica de ambas naciones en la Unión Europea y la problemática existente en el transporte por carretera al existir sólo dos ejes de salida de la península hacen que la problemática existente de congestión se acentúe, lo que afecta en gran medida a la rentabilidad de los servicios de transporte de ambos países con rumbo al resto de Europa, incluso si las exportaciones hispanoportuguesas han crecido de forma importante.
Por este motivo, el sector transporte solicita la existencia de una infraestructura más potente y acorde a las necesidades reales del país a través del Pirineo Central. Al final, Italia cuenta con dieciséis pasos de carretera con sus países vecinos, cuatro de ellos de alta capacidad. Mientras tanto, en España sólo hay dos pasos fronterizos con Francia, Irún y La Junquera. En esta línea, se calcula que un paso por el Pirineo Central adecuado podría canalizar entre el 10 y el 15% de las mercancías que cruzan la cordillera.