El sector del transporte de mercancías por carretera y la logística tiene un importante número de actores diferentes. Dentro de la cadena de suministro, la postura de los transportistas y de los cargadores suelen estar enfrentadas, entre otras cosas por la posición de dominio que ejercen los cargadores sobre los conductores profesionales. La tensa relación entre ambas partes se ejemplifica a la perfección en las posturas encontradas que tienen ambas partes sobre la prohibición de las tareas de carga y descarga para los chóferes.

De hecho, el transporte se queja de la postura de los cargadores en relación al paro patronal del 20 al 22 de diciembre, acusando a estos de desentenderse de los problemas cuando son parte de ellos, dejando así la ‘patata caliente’ a la Administración. Con todo y dentro de este escenario de tensión, la última edición del evento Logistics & Auomation ha servido para que transportistas y cargadores acerquen posturas a partir de la celebración de diferentes mesas redondas y conferencias.

En este aspecto, quizá el punto más destacado del evento ha sido la presentación formal del acuerdo firmado el pasado mes de junio entre IRU (Unión Internacional de Transporte por Carretera), GSA (Asociación Global de Cargadores) e ITF (Federación de Trabajadores del Transporte) con el fin de mejorar las condiciones laborales y sociales de los conductores profesionales. Un acto en que han intervenido responsables del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, pero también de la CETM, ASTIC, Transprime y de la delegación española de GSA.

Como decimos, este acuerdo llega en un momento especialmente delicado en España por la convocatoria de paro patronal, circunstancia que se suma a la grave falta de conductores que hay en toda Europa. Con todo, ambas partes, transportistas y cargadores, se comprometen en relación a lo firmado en este acuerdo a trabajar para negociar con la Administración mejores condiciones laborales para los conductores profesionales y superar de una vez la mala relación que existe entre transportistas y cargadores. Y es que el objetivo final es dignificar la actividad y la profesión de conductor, algo que se va a intentar cumplir con un decálogo de buenas prácticas.