El sector logístico consume aproximadamente el 30% de la energía total que se consume en España. Una circunstancia a tener en cuenta, ya que con el precio actual del combustible y de la luz hacen que la actividad esté sufriendo graves problemas para ser rentable. En este punto, las empresas están emprendiendo importantes inversiones para implantar medidas de ahorro energético en los almacenes y centros de distribución. Entre las más repetidas, acciones para sustituir la iluminación antigua por iluminación LED.
Los centros logísticos y almacenes, por dimensiones y características, tienen un importante consumo energético. Consumo que está entre los 100 y 250 kWh por metro cuadrado al año, lo que obliga a tomar medidas para mejorar la rentabilidad del sector. Al final, la logística representa un 6,9% del PIB, por lo que se trata de una actividad fundamental para la economía nacional. Eso sí, a cambio representa aproximadamente el 30% del consumo total de energía en España.
La Agencia Internacional de Energía estima que el transporte de mercancías genera alrededor del 10% de las emisiones mundiales, pero no se puede achacar este problema únicamente al transporte. Los centros logísticos tienen un alto consumo energético y eso también deriva en un volumen alto de emisiones. Con un consumo energético entre los 100 y 250 kWh por metro cuadrado al año, estas instalaciones tienen un alto consumo por iluminación, calefacción y/o refrigeración, pero también por la presencia de ventilación y/o bombas de líquidos.
Ante este escenario, las empresas de logística están empezando a implantar medidas de eficiencia energética en los almacenes y centros de distribución, como sistemas de control para la iluminación LED, sensores de movimiento y crepusculares o sistemas de medición y verificación para la gestión energética. Se intenta mejorar el consumo así en instalaciones que por sus peculiaridades -elevados techos, pasillos largos y/o salas enormes- no son eficientes en términos de eliminación.