Scania ha presentado su gama de camiones híbridos enchufables y 100% eléctricos para la distribución urbana y el ámbito del comercio minorista. Aunque esta es la apuesta tangible y más cercana de la marca, los responsables de la firma también han confirmado que uno de sus objetivos es mantener el desarrollo de nuevas tecnologías y sistemas eléctricos para dar soluciones al transporte de larga distancia y a la construcción. De hecho, Scania ha reorganizado su producción para cumplir con este plan.

La gama eléctrica de la marca arranca así con el Scania 25 L / P, un vehículo portador 100% eléctrico con baterías. Disponible con las cabinas de las series L y P, este modelo cuenta con una batería de 165 a 300 kWh según versión para un motor eléctrico con una potencia de 230 kW, cifra que equivale a 310 CV. El tren motriz está diseñado para contar con cinco o nueve baterías según decida el cliente, siendo esta última versión la que alcanza la autonomía de 250 kilómetros anunciada y una capacidad máxima de carga de 29 toneladas.

Por su parte, el Scania Hybrid (PHEV) también está disponible con las cabinas de las series L y P y cuenta con un motor término DC09 de cinco cilindros en línea y 9 litros con potencias que están comprendidas entre los 280 y los 360 CV. En todos los modelos de la gama este bloque motor está asociado a un motor eléctrico de imán permanente con una potencia de 130 kW. Con una capacidad máxima de carga también de 29 toneladas, este camión cuenta con una batería de 90 kW ensamblada y una autonomía de 60 kilómetros en modo totalmente eléctrico.

Estos camiones suponen el mejor punto de partida en la apuesta de Scania por la movilidad eléctrica, si bien no son más que la base de la pirámide que quiere construir el fabricante. No obstante, desarrollar soluciones híbridas y eléctricas para el transporte urbano es algo fácil en comparación con las dificultades que supone adaptar la utilización de camiones eléctricos o híbridos a las exigencias del transporte de mercancías por carretera de larga distancia. Y este es el desafío que tiene Scania y otras grandes marcas como Daimler, Volvo o MAN.