El pleno del Parlamento Europeo solicitó el pasado jueves sanciones «efectivas y armonizadas» para castigar el incumplimiento de las normas sobre transporte de animales, incluida la posibilidad de requisar el vehículo utilizado y de obligar al personal que las ha violado a superar un curso de formación.

Los eurodiputados aprobaron con 411 votos a favor, 43 en contra y 110 abstenciones una resolución en la que reclaman una implementación «sólida» de la normativa europea sobre protección en el transporte de animales, que, a su juicio, se aplica «pobremente» en algunos países del bloque comunitario.

De hecho, la Eurocámara ha instado también a la Comisión Europea a imponer sanciones a los Estados miembros que son incapaces de cumplir «correctamente» con estas reglas. Además, abogaba por elaborar una nueva estrategia de bienestar animal para el periodo 2020-2024.

En la misma línea, los eurodiputados remarcaron la necesidad de desarrollar tecnologías modernas que faciliten el cumplimiento de las normas en este campo. Entre ellas han citado la utilización de sistemas de geolocalización para hacer un seguimiento de la localización de los animales y la duración de los viajes.

En cuanto a las peticiones específicas para las autoridades nacionales, el Parlamento Europeo recomendaba que se realicen más controles sorpresa, se suspenda o se retire la licencia de un transportista que ha violado las reglas en repetidas ocasiones o se prohíban los vehículos.

Por último, solicitaron que se actualicen las normas europeas de acuerdo con los últimos informes científicos disponibles para garantizar una ventilación «suficiente» y el control de la temperatura dentro de los vehículos que se utilicen para el transporte de animales. También quieren que éstos cuenten con sistemas adecuados de bebida estén adaptados a las necesidades de cada especie.

El eurodiputado de Equo Florent Marcellesi ha subrayado que la aprobación de este informe supone «un paso hacia la mejora» de las condiciones de transporte de animales, pero ha advertido de que «sigue siendo en gran medida insuficiente».

«El texto aprobado no permitía medir las infracciones de la directiva a pesar de que sabemos que son muy comunes y que causan terribles sufrimientos a los animales», ha explicado.