La alianza estratégica entre Repsol y Nortegas permitirá la puesta a disposición del público de una red de puntos de suministro de gas natural vehicular en las estaciones de servicio del Grupo Repsol, prioritariamente en el País Vasco, Cantabria y Asturias.
La primera gasinera de este acuerdo, cuyas labores de construcción ya se han iniciado, se ubicará en una estación de servicio de Repsol en Sestao (Bizkaia).
Repsol y Nortegas Green Energy Solutions han firmado un acuerdo para impulsar la instalación de una red de puntos de suministro de gas natural vehicular (GNV) en las estaciones de servicio del Grupo Repsol.
A través de esta alianza, ambas compañías se comprometen a poner a disposición del público una red de puntos de suministro de gas natural, integrados en las estaciones de servicio del Grupo Repsol, prioritariamente en las regiones donde Nortegas opera como distribuidor de gas natural, es decir, en el País Vasco, Cantabria y Asturias.
La primera de las gasineras que Repsol y Nortegas pondrán en marcha se ubicará en la localidad de Sestao (Bizkaia), concretamente en la estación de servicio de Repsol situada en el punto kilómetro 9,2 de la carretera de Barakaldo a Valle de Trápaga, muy próxima al nudo de la A-8.
En este primer punto de suministro de gas natural comprimido (GNC), las compañías realizarán una inversión cercana a los 400.000 euros, apoyada por el Ente Vasco de Energía (EVE) a través de su programa de ayudas a la movilidad eficiente.
El Gas Natural Vehicular, otra alternativa para la movilidad
El GNV es un carburante alternativo muy adecuado para el transporte, especialmente de mercancías. Existen dos tipos de gas natural vehicular en función de su fase térmica, el gas natural comprimido (GNC) y el gas natural licuado (GNL). El GNC es el gas natural almacenado a altas presiones, se utiliza en vehículos ligeros y algunos vehículos pesados, como autobuses, camiones de servicios y de transporte de corta y media distancia. El GNL es gas natural en estado líquido y criogenizado a -161ºC que se utiliza en el transporte pesado, ya que proporciona una mayor autonomía.
En el orden medioambiental, el gas natural mejora la calidad del aire de las ciudades: reduce las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) en un 85%, elimina el 96% de las emisiones de partículas sólidas (PM) y contribuye a conseguir los objetivos de emisiones de CO2, ya que reduce estas emisiones hasta en un 25%. Esto es lo que ha hecho que en España estos vehículos dispongan de la etiqueta ECO, otorgada por la Dirección General de Tráfico (DGT), que les exime de las restricciones de circulación en las ciudades.
El motor a gas natural dispone de una mecánica similar al de gasolina, siendo posible, en algunos casos, la transformación del motor del vehículo para que empleen el gas natural en sustitución del combustible tradicional, pudiendo obtener la etiqueta ECO, y accediendo de esta manera a los diferentes beneficios y ventajas que se han comenzado a aplicar en cada vez más comunidades autónomas y municipios, como son acceso a zonas de emisiones controladas, bonificaciones en tasas y aparcamientos, etc.