A primera vista, parecen mundos opuestos: por un lado, una MotoGP, símbolo de velocidad extrema y adrenalina pura; por otro, el IVECO S-Way, diseñado para dominar largas distancias con eficiencia y fiabilidad. Sin embargo, ambos representan lo mejor de la ingeniería en sus respectivos campos, compartiendo una misma pasión: llevar la tecnología al límite.
Tamaño y peso: una diferencia abismal
Las dimensiones del IVECO S-Way imponen: mide 6 metros de largo, 3,80 m de alto y 2,52 m de ancho. En comparación, una MotoGP apenas alcanza los 2,09 m de largo, 1,14 m de alto y 720 mm de ancho. Si se calcula el volumen ocupado, en el espacio de un solo IVECO S-Way cabrían 33 motos de MotoGP.
En cuanto al peso, el contraste es aún más sorprendente. Un solo S-Way pesa 8.500 kg, mientras que una MotoGP ronda los 157 kg. Es decir, el camión pesa más que todas las motos de una parrilla completa de MotoGP juntas.
Motores: potencia frente a durabilidad
Una MotoGP está equipada con un motor de 1.000 cc, capaz de superar las 18.000 rpm y generar 250 CV con un par motor de 120 Nm. Gracias a su relación peso-potencia, puede alcanzar velocidades de más de 360 km/h.
El IVECO S-Way, en cambio, utiliza el motor xCursor 13 de FPT Industrial. Con seis cilindros en línea y una cilindrada de 12.900 cc, puede ofrecer hasta 580 CV y un par de 2.800 Nm desde solo 980 rpm. Aunque sus cifras de velocidad no se acercan a las de una MotoGP, este motor está diseñado para la resistencia: su vida útil puede alcanzar los 1,6 millones de kilómetros, en contraste con los 2.000 km que dura el motor de una MotoGP antes de ser sustituido, según el límite reglamentario de 7 motores por temporada.
Transmisión y tecnología: dos enfoques distintos
El S-Way cuenta con una caja de cambios automatizada Traxon de 12 velocidades, que prioriza el ahorro de combustible y la comodidad del conductor. La MotoGP, en cambio, utiliza una transmisión seamless de 6 velocidades, que permite cambiar de marcha sin pérdida de potencia.
La tecnología también marca una diferencia en la experiencia de conducción. El IVECO S-Way ofrece un entorno moderno con instrumentación digital, pantalla de 10 pulgadas y asistentes avanzados como el Highway Assist, Control de Crucero Adaptativo, aviso de ángulo muerto o detección de somnolencia. En cambio, la MotoGP depende casi exclusivamente de la habilidad del piloto, aunque incluye centralitas que gestionan parámetros como el control de tracción y el freno motor.
Una presencia consolidada en MotoGP
IVECO no solo fabrica camiones. Desde hace seis años, es patrocinador del equipo HRC Castrol en MotoGP, acompañando a pilotos como Joan Mir y Luca Marini. Además, colabora con el Aspar Team, presente en MotoE™, Moto3™ y Moto2™, proporcionando camiones para el transporte de motos y material.
Desde 2023, IVECO es también proveedor oficial de camiones de MotoGP en Europa, asegurando el transporte de toda la infraestructura necesaria para los Grandes Premios del continente.
Dos caminos, un mismo destino: rendimiento
La comparación es clara: mientras que una MotoGP está pensada para rendir al máximo durante minutos de intensidad, el IVECO S-Way está diseñado para rendir día tras día, año tras año, priorizando sostenibilidad, eficiencia y rentabilidad.
Ambos son productos de ingeniería de alto nivel. Uno se construye para ganar carreras y buscar el podio; el otro, para conquistar la carretera con fiabilidad. Dos máquinas muy distintas, pero unidas por la obsesión de superar los límites.