La crisis del Mar Rojo y el ‘colapso’ que está sufriendo el Puerto de Tánger Med con sus líneas de atraque están dibujando un escenario cambiante en el transporte marítimo en el que el Puerto de Valencia puede salir beneficiado. De hecho, el enclave español es la opción que se antoja como más económica para las navieras y empresas de logística como puerto ‘hub’ del Mediterráneo. Por eso, el Puerto de Valencia debe abrir nuevas zonas interiores con el fin de responder un presumible incremento de la actividad.
La crisis del Mar Rojo está provocando que las rutas entre Asia y Europa, con una duración media de 19 días antes de la crisis, ahora tarden hasta 31 días según la velocidad del buque. Esta cuestión está provocando cambios en la logística de las grandes navieras mundiales para intentar paliar los costes que está provocando la congestión en el enclave norteafricano. Los reducidos costes del Puerto de Valencia respecto a otros enclaves pueden colocar a esta instalación como gran alternativa logística en el sur de Europa.
Al respecto de esta posibilidad, la Asociación de Directivos y Empresarios Logísticos de Valencia ha elaborado un informe sobre el papel del Puerto de Valencia como ‘hub’ de transbordo en la crisis del Mar Rojo. Un estudio que determinar que el desvío de buques a través de Valencia es la que provoca un menor aumento de costes respecto a otros puertos mediterráneos -unos 130 euros por TEU-. Esto coloca a Valencia como una opción realmente competitiva, sobre todo para buques de 24.000 TEUs.
Todo mientras las instalaciones del Puerto de Valencia no dejan de mejorar. De hecho, ya está operativa la instalación solar del Muelle Príncipe Felipe. La infraestructura, conectada a la red eléctrica en periodo de pruebas desde diciembre, ya funciona a pleno rendimiento. Esta instalación genera unos 2.297 Mwh/año y en conjunto a las distintas instalaciones que se están realizando en otros puntos del Puerto de Valencia debería servir para cubrir el 22% de la energía eléctrica que precisa el recinto.