Los movimientos de protesta de los agricultores españoles van en aumento y tras una primera jornada en la que ya se produjeron bloqueos y marchas lentas en autovías, autopistas y vías de alta capacidad, la jornada del miércoles 7 de febrero se está convirtiendo en una ‘tortura’ para el sector de transporte de mercancías por carretera. A las protestas organizadas durante la jornada de ayer se suman ahora acciones de forma no controlada y espontánea que vuelven a colocar al transporte profesional como ‘rehén’.
Durante este martes 6 de febrero, muchas de las acciones y protestas de los agricultores se llevaron a cabo bajo control y supervisión de los agentes de seguridad. Aun así, los bloqueos y marchas lentas con los tractores fueron una constante en carreteras como la A-1, A-2, A-4, A-5, A-6, A-92, A-42, A-66, A-50, A-62, o A-30. Los agricultores también cortaron o bloquearon de forma parcial los accesos al puerto de Málaga, Mercazaragoza y Mercamadrid. Protestas en las que no habido que lamentar, por suerte, grandes incidentes.
Sin embargo, los agricultores se están organizando a través de redes sociales para llevar a cabo este miércoles 7 de febrero una serie de movimientos y protestas espontáneos, lo que provoca que la situación esté mucho menos controlada y los bloqueos y cortes se hayan convertido en más numerosos e intensos. Una situación que está afectando a los transportistas, atrapados en muchos casos en sus rutas nacionales o camino del extranjero. Todo mientras los agricultores mantienen su calendario de protestas más allá de estos movimientos improvisados.
Aunque el transporte entiende y comprende las protestas del sector agrario, que solicita un menor volumen de burocracia, una Ley de la Cadena Alimentaria que garantice unos precios justos y más control sobre las importaciones de fuera de la Unión Europea, así como ayudas por la sequía y al combustible, una vez más los transportistas ven como no pueden desarrollar su labor libremente. Cabe recordar que las pérdidas por los bloqueos en Francia para el sector transporte superaron los 120 millones de euros.