Los ayuntamientos de las distintas localidades por las que trascurre la N-121-A han organizado una protesta de cara al próximo viernes 16 de abril. El objetivo es conseguir que el tráfico de vehículos pesados de transporte se desvíe a la AP-15, demanda histórica de estos municipios. Para tal fin, esta protesta estará compuesta por concentraciones de cinco minutos de duración que cortarán el tráfico de manera simultánea en 11 puntos distintos de la citada carretera. Estas concentraciones se llevarán a cabo en horario de tarde.
Las localidades que atraviesa la N-121-A tienen el firme objetivo de presionar a las autoridades navarras para que promulguen una ley que obligue a desviar el tráfico de camiones hacia el peaje de la AP-15. Pese a que esto supondría un coste añadido para los transportistas navarros y de otras regiones, estos municipios siguen empeñados en su objetivo en lo que la CETM ha calificado como una «campaña de acoso y derribo». Por el momento, el Gobierno Foral ya está valorando prohibir el tráfico de camiones en la N-121-A durante los fines de semana y festivos.
Según diversas fuentes locales, las 11 concentraciones que servirán para cortar el tráfico de forma simultánea en once puntos distintos de la N-121-A tendrán lugar a las 19:00 horas del viernes 16 de abril. Los puntos concretos donde se llevarán a cabo estas manifestaciones serán Ezcabarte (km. 5), Olaibar (km. 10,5), Odieta (km. 14), Anue (km. 16), Lantz (km. 22,5), Ultzama-Arraitz (km. 26), Baztan (km. 38,5), Doneztebe-Sunbilla (km. 49), Igantzi (km. 58,5), Etxalar (km. 60) y Lesaka-Vera (km. 64), además de una protesta paralela en el punto kilométrico 8,5 de la PA-30 en Huarte.
Ante esta situación, las asociaciones de transporte navarro piden que se busquen soluciones que no consistan en obligar a los transportistas y empresas del sector a asumir el sobrecoste de circular por la autovía de peaje AP-15. En este aspecto, CETM señala que la aprobación de los peajes o la prohibición de la circulación de vehículos pesados por la N-121-A no sólo afectará al transporte local, sino que también repercutirá en el conjunto de las empresas y, por ende, a la economía y sociedad navarra.