La crisis derivada de la pandemia de COVID-19 refleja a la perfección el estado de salud del sector del transporte de mercancías por carretera. Mientras que se agradece la labor de los profesionales del sector en un periodo peligroso, convulso y lleno de incertidumbre a la hora de mantener el correcto suministro de alimentos y productos de primera necesidad, las leyes que regulan la actividad no se corresponden con estas palabras. Y es que una vez más la voz de los cargadores pesa más que la de los chóferes.

La actualidad del sector transporte en los últimos días se ha centrado en dos ‘batallas’ de perfil opuesto. Por un lado, los cargadores han aumentado la presión para el incremento de la MMA de los camiones hasta las manidas 44 toneladas, mientras que por otro los transportistas no dejan de pedir al ministro de Transporte que impulse una ley para prohibir la carga y descarga por parte de los chóferes. Curiosamente, la propuesta de los cargadores está en boca de todos y la segunda es una demanda histórica que no prospera.

La sensación dentro del sector transporte es que las necesidades y peticiones de cargadores se atienden con mayor prontitud e interés que la de los transportistas, todo en un momento en el que el sector vive una situación crítica. De hecho, la vicepresidente del Gobierno Nadia Calviño ha rechazado la implantación de un plan de ayuda e impulso específico para el sector del transporte de mercancías por carretera. No son pocas las carencias que sufren los chóferes a nivel sanitario, con falta de material de protección para evitar los temidos contagios por COVID-19.

Otra de las demandas de los transportistas se vincula al sistema de intercambio de paletas a nivel europeo. El objetivo histórico del sector es eliminar en Europa el intercambio de paletas tipo EUR para preservar en primer término la salud de los conductores que tienen que cargar y descargar las paletas en cada operación. Además, la correcta gestión de las paletas en los camiones permitiría aumentar la carga del vehículo sin incrementar la MMA, lo que también beneficia la productividad del sector. Además, sin intercambios se reducen los hurtos y se promueve un control sanitario eficaz.