La falta de materiales para el desarrollo de microchips está afectando de manera muy grave a la industria informática y tecnológica. Un problema que rápidamente se ha extendido al resto de sectores, incluida la industria automotriz. De hecho, la producción de vehículos, furgonetas y camiones ha caído en el mes de mayo ante la falta de microchips en datos comparados al ejercicio 2019, toda vez que 2020 las fábricas permanecían cerradas por el Estado de Alarma derivado de la pandemia de COVID-19.

En este aspecto, el mes de mayo se cerró con un total de 182.838 unidades producidas, cifra que supone un volumen de fabricación un 37,8% menor al que se registró en el mismo mes de 2019. Un dato en el que tiene mucho que ver el desabastecimiento de microchips que se viene registrando desde principios de año, aunque no es la única razón. La debilidad del mercado nacional y los problemas en las exportaciones están condicionado también la producción de vehículos en España. De hecho, la producción acumula caídas del 19% en lo que va de ejercicio con 1.032.861 unidades fabricadas.

En lo que respecta al segmento de los vehículos comerciales e industriales, con los camiones y las furgonetas como protagonistas, en mayo la producción se ha reducido un 57,5% respecto al mes de mayo del ejercicio 2019. Sin embargo, en el acumulado de 2021 la caída es menor, concretamente del 17%. Con todo, cabe destacar que las exportaciones dentro del segmento de los vehículos de transporte profesional se han reducido en un 38,5% respecto a hace dos años en el mes de mayo.

Ante las circunstancias de mercado y la falta de microchips y otros semiconductores, tanto las factorías españolas como las del resto de Europa han tenido que ralentizar y adecuar el ritmo de producción de camiones y furgonetas. De hecho, ante la falta de disponibilidad de estos componentes, los grandes fabricantes de vehículos han efectuado paros programados, así como retrasos en la cadencia de las líneas de producción de las factorías. Un parche del todo insuficiente ya que la escasez de microchips y semiconductores se extenderá la menos hasta el primer semestre de 2022.