Desde el 1 de marzo, las autoridades han dejado de informar a los conductores sobre la obligatoriedad del tacógrafo inteligente de segunda generación (2GV2), y ya se han comenzado a imponer sanciones en distintos países por no llevarlo en transporte internacional.
Según VDO, varios países, incluida España, han sancionado a conductores extranjeros que no cumplían con esta exigencia. Este dispositivo es obligatorio desde el 1 de enero de este año para todos los camiones que operan en transporte internacional. Sin embargo, debido a diversos factores, una gran parte de la flota no pudo adaptarse a tiempo, por lo que se concedió una prórroga de dos meses, hasta el 28 de febrero. Durante este periodo, en lugar de sancionar, los agentes informaban a los conductores sobre la normativa, advirtiéndoles de que, a partir del 1 de marzo, su cumplimiento sería obligatorio.
En España, ya se ha registrado al menos una sanción económica y administrativa a una empresa de transportes rumana, con una multa de 2.001 euros. Además, esta infracción conlleva la inmovilización del vehículo y puede afectar tanto a la honorabilidad de la empresa como a su calificación dentro del cómputo europeo de empresas de mayor riesgo. No llevar el tacógrafo exigido se considera una infracción de máxima gravedad, con la sanción más alta posible.
Italia también ha comenzado a imponer sanciones. Un conductor búlgaro ha recibido una multa de 866 euros, junto con la retirada temporal de su permiso de conducir, que puede extenderse hasta tres meses si así lo determinan las autoridades judiciales italianas.
Es previsible que se estén aplicando más sanciones en otros países europeos a conductores que no han instalado el tacógrafo exigido para el transporte internacional.
Fuente: FENADISMER