Durante los dos últimos años, las flotas de transporte de los países del Este de Europea han aumentado su presencia en España, controlando el 30% del transporte internacional español tanto de exportación como de importación. Datos realmente ‘curiosos’ si se tiene en cuenta que el 90% del destino de nuestras mercancías son los países de la Europa occidental. Dentro de esta tendencia, el crecimiento de la flota búlgara y lituana destaca por encima del resto, si bien las flotas rumanas siguen controlando el cabotaje en nuestro país.

FENADISMER lleva poniendo encima de la mesa durante los últimos años el grave problema del sector del transporte de mercancías por carretera en España. La ‘invasión’ de empresas buzón y deslocalizadas de Europa del Este está reventando la competencia, ya que la flota de transporte de estos países está ahogando a las empresas locales. Por ese motivo, cada vez es más necesario trasponer la normativa del Paquete de Movilidad aprobado por la Unión Europea para controlar la actividad de este tipo de empresas.

Pese a que la pandemia de COVID-19 ha afectado de manera global al transporte de mercancías por carretera en 2020, esta circunstancia parece haber tenido consecuencias para las flotas de los países de Europa del Este. La flota búlgara ha experimentado un crecimiento del 58% en el indicador de toneladas transportadas por kilómetro. En el caso de nuestro país se constata un crecimiento desmesurado de las empresas de transporte radicadas en Europa del Este que operan en España, en muchos casos pertenecientes a grandes flotistas españoles que buscan reducir sus costos.

Analizando los datos de 2020, último ejercicio consolidado, la presencia de empresas búlgaras en nuestro país ha crecido un 140%. No le va a la zaga el crecimiento de la flota lituana, que ocupa ya el segundo lugar en el ranking, sólo por detrás de las empresas polacas, mientras que el papel de las empresas rumanas sigue siendo . El control de las exportaciones e importaciones de las compañías de Europa del Este roza el 30%. Un dato que contrasta con el destino de las mercancías, ya que en un 85% tienen su destino en los países de la Europa occidental, encabezados por Francia con un 28%. Clara muestra de la labor de empresas deslocalizadas para reducir los costes fiscales y laborales.