Los datos del Observatorio de Costes, Previos y Actividad del transporte de mercancías por carretera referentes al segundo trimestre de 2022 no hacen más que reflejar lo que el sector palpa en su día a día. La actividad se ha ralentizado y el incremento de los costes empieza a ser inasumible para un buen número de autónomos y empresas. Una situación que preocupa de manera muy especial al sector, gran olvidado de la administración en muchos aspectos una vez superada la pandemia.
La actividad del transporte de mercancías por carretera entre abril y junio ha registrado un nuevo incremento de los costes, como ya ocurrió en trimestres anteriores. Un aumento que se sustenta en la brutal subida del precio del Diésel, ya que su valor ha crecido casi un 60% en el último año. El coste unitario por kilómetro en un vehículo articulado de carga general alcanza ya los 1,36 euros por kilómetros -1,60 euros si está cargado-. Cifra que supone un aumento del 21,2%.
A la par se ha registrado un descenso de la actividad y no por falta de demanda, sino porque muchas empresas y autónomos han decidido detener sus vehículos o directamente se han encontrado en una situación de quiebra. La clave de toda la situación está en que el pequeño aumento de los precios del transporte no compensa en ningún caso el citado crecimiento de los costes, sea cual sea la especialización y el tipo de transporte que realicen autónomos y empresas.
Esto se traduce en una preocupante ralentización de la actividad de los autónomos y empresas de transporte que se mantienen en activo. En relación al mismo periodo del ejercicio 2021, el transporte internacional ha decrecido un 2,6%, mientras que el transporte nacional de corta distancia también se ha visto reducido en un 4,3%. Sólo se produce cierto crecimiento en el transporte nacional de larga distancia, ya que este tipo de servicios han aumentado un 7,2%.