Preocupación entre los pequeños transportistas por los objetivos climáticos de la Unión Europea

La Comisión Europea ha llevado a cabo un proyecto en forma de propuesta para reducir las emisiones contaminantes en la Unión Europea. Un ambicioso programa que ha sido acogido con cierto positivismo dentro del sector del transporte de mercancías por carretera, toda vez que existe un compromiso de fomentar la transición energética. Sin embargo, las pequeñas empresas de transporte y los profesionales autónomos han mostrado sus recelos respecto al sistema de comercio de derechos de emisión y las repercusiones de este modelo.

Aunque la propuesta de la Comisión Europea es del agrado de las pequeñas empresas y de los autónomos del transporte en general, hay un apartado que genera especial recelo. Se trata del sistema de comercio de derechos de emisión de la Unión Europea, ya que el organismo dibuja y contempla un modelo en le que el transporte por carretera queda separado, lo que a juicio de la UETR podría provocar que se incrementasen los precios de los carburantes. A su vez, los pequeños transportistas defienden que la inversión ya realizada debe tenerse en cuenta en todo momento.

En este aspecto, las pequeñas empresas y transportistas autónomos reclaman que se tengan en cuenta las inversiones realizadas para actualizar su flota de vehículos y que, para tal fin, se dibuje un programa de apoyo adecuado a la luz de la crisis de enormes proporciones que ha nacido a partir de la pandemia de COVID-19. A su vez, reclaman que la Unión Europea tenga en cuenta las necesidades urgentes de los transportistas y empresas del sector relacionadas con la recuperación económica tras la citada crisis.

Desde UERT piden que la Comisión Europea vigile el modelo de comercio de derechos de emisión de la Unión Europea y que, a su vez, garantice una asignación estricta para que los fondos se utilizan para inversiones en transporte por carretera e infraestructura. En este aspecto, UERT sí apoya los objetivos de neutralidad climática para 2050 y la reducción de 55% de las emisiones para 2030, siempre que el despliegue de infraestructuras de combustibles alternativos sea la adecuada, incluyendo para tal fin un mayor apoyo al despliegue del GNL, GNC, GNV y el bio GNV.

Fernando Sancho

Redactor especializado en movilidad, transporte de mercancías por carretera y las actividades anexas al sector.

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