La Asociación de Explotaciones Frigoríficas (ALDEFE), a través de su secretario general Marcos Badenes, ha puesto de relieve la situación tan delicada que atraviesa la actividad por culpa de los precios de la energía eléctrica y del combustible. Según explica el responsable de ALDEFE, los precios de la energía son insostenibles para el sector y amenazan con acabar con el empleo de miles de personas que trabajan de manera directa o indirecta en puestos laborales que están relacionados con el transporte frigorífico.

Los precios de la energía eléctrica no han dejado de crecer hasta alcanzar en el mes de agosto un valor de 105,12 euros por megavatio hora. Este valor está 11,62 euros por encima de las previsiones, lo que dibuja una situación crítica para el sector del transporte frigorífico y para las empresas que se encargan del almacenamiento de este tipo de productos refrigerados. El impacto del precio de la luz ha sido brutal en los últimos días y lo peor es que esta tendencia al alza en el precio de la energía eléctrica se va a mantener durante todo septiembre.

Mientras que el precio de la energía eléctrica alcanza máximos históricos en España, Alemania, Francia, Italia o Reino Unido, las empresas de almacenamiento refrigerado y de transporte de este tipo de productos viven con la soga al cuello. El presidente de ALDEFE, Julián Corriá, pone de relieve esta situación: «El coste de la energía eléctrica es vital para nuestra subsistencia. La factura de una empresa dedicada al almacenamiento frigorífico representa en torno al 40% de sus gastos, entre otras cosas por su alta fiscalidad. No conseguimos ayudas a la eficiencia de forma directa, porque no nos considera industria».

En el trascurso del año 2021, el precio de la factura de la luz ha crecido un 35% y desde junio los ‘peajes’ energéticos han subido un 7% más respecto a la media de años anteriores desde junio. Las empresas han tenido que asumir así un incremento de precios en las tarifas de los peajes que no estaba previsto y ahora el mercado responde con incrementos no anunciados sin que haya fecha clara para el fin de esta tendencia. El problema es muy grave para las empresas ya que se han cerrado contratos con clientes y ahora los costes se incrementan sin poder repercutirlos.