Los efectos económicos de la pandemia de COVID-19 todavía están muy presentes en el sector del transporte de mercancías por carretera. La reducción de la actividad, los vaivenes de la oferta y la demanda o de los precios de los servicios son el pan de cada día para las empresas de transporte. Para colmo, el precio de los carburantes no deja de crecer y encadena ya hasta doce semanas consecutivas en tendencia alcista. Circunstancia que coloca el precio del Diésel a niveles previos al COVID-19, sin que el sector se haya recuperado el pulso.
De hecho, en la penúltima semana de febrero, el precio del Diésel ha sufrido un repunte superior al 1%, colocándose a niveles de la segunda semana de marzo, justo antes de declararse el Estado de Alarma por la crisis sanitaria del coronavirus en España. En concreto, el precio medio del Diésel se ha encarecido un 1,25% durante esta semana hasta alcanzar los 1,133 euros por litro. Desde la segunda semana de noviembre, el precio del gasóleo acumula una subida que roza el 11%.
La tendencia es más o menos similar en la gasolina, ya que este tipo de combustible ha subido un 1,05% respecto a la semana anterior para alcanzar un precio medio en España de 1,251 euros por litro. Esto supone que la gasolina ha elevado su valor un 9% desde mediados de noviembre. En ambos casos, la subida del precio hasta alcanzar los datos de marzo viene de la mano de la recuperación en el valor del barril de crudo Brent, ya que el jueves este cotizaba por encima de los 63 dólares.
Pese a todo y como es habitual, tanto el Diésel como la gasolina tiene un precio más barato en España respecto al precio medio en la Unión Europea y en la zona euro, en gran parte por la menor presión fiscal que existe por normativa en relación a otros Estados miembro. De hecho, el litro de gasóleo se paga de media a 1,251 euros en la Unión Europea y a 1,276 euros en la eurozona. Por su parte, el litro de gasolina alcanza un precio de 1,375 euros de media en la Unión Europea y de 1,427 en la zona euro.