Ha pasado un año desde que el Gobierno aprobó la modificación del Reglamento General de Conductores que posibilitaba que los jóvenes con sólo 18 años pudieran conducir camiones en España. Una medida que debía servir para hacer más atractiva la actividad para los nuevos profesionales y reducir la falta de conductores profesionales que tiene España. Sin embargo, los requisitos exigidos, la ausencia de una oferta formativa real y los plazos administrativos hacen que conducir un camión a los 18 años sea una quimera.
FENADISMER denuncia que la modificación del Reglamento General de Conductores con la que se ajustó la edad mínima exigida para la conducción de camiones y autobuses en nuestro país no ha supuesto un cambio real en la situación. Al final, por mucho que España se equipare en este punto a otros Estados miembro de la Unión Europea, la desventaja en el acceso de nuevos profesionales al sector sigue siendo una realidad. Por ende, esta modificación normativa no ha servido para reducir el paro ni para aliviar la actual situación de escasez de nuevos chóferes profesionales.
Mientras que la edad media de los conductores profesionales en activo supera ya los 50 años y hay una escasez de chóferes de más de 10.000 trabajadores, el acceso a la actividad sigue muy complicado. Aunque la normativa posibilita que con 18 años se pueda conducir un camión en España, la realidad es que los jóvenes no pueden acceder al sector a esa edad. La necesidad de obtener una titulación de aptitud profesional (CAP) previa con un curso de 280 horas y la falta de oferta de este tipo de cursos impide que en la práctica los jóvenes de 18 años puedan llevar a cabo esta formación obligatoria.
Sin embargo, no son estos los únicos inconvenientes que se encuentran los más jóvenes a la hora de acceder al sector del transporte de mercancías por carretera. De hecho, los plazos administrativos establecidos para la realización de los trámites para examinarse y obtener el CAP y el posterior permiso de conducir profesional convierten en misión imposible el hecho de conducir un camión a los 18 años. En el mejor de los casos y suponiendo que un aspirante logre superar todos los exámenes a la primera, necesita más de un año para poder llegar a ponerse al volante de un camión.