El Gobierno de Polonia ha anunciado esta misma semana el cierre del último paso fronterizo que quedaba abierto con Bielorrusia para el transporte de mercancías por carretera. Pese al perjuicio que supone para conductores profesionales y empresas de transporte, el Ejecutivo polaco ha tomado esta medida como respuesta al bloque que ha impuesto Bielorrusia al paso de camiones polacos que viajaban con mercancías hasta Letonia y Lituania en sus carreteras en las últimas fechas. Las relaciones en este sentido son cada vez más tensas.
El ministro polaco del Interior, Mariusz Kaminski, ha sido el encargado de anunciar esta medida que ya ha sido aplicada por la Guardia de Fronteras de Polonia. A partir del orden del Gobierno central, el paso fronterizo de Kukuryki-Kozlowicze ha quedado cerrado al tráfico de mercancías por carretera, siguiendo así los pasos al cierre que se produjo hace diez días de la frontera de Bobrowniki. De esta forma, el tránsito terrestre de mercancías entre ambos países queda totalmente anulado.
El cierre de la frontera afecta a camiones dedicados al transporte de mercancías por carretera con camiones, pero también para furgonetas de transporte. En este sentido, el ministro ha asegurado: «Si las autoridades bielorrusas aplican las restricciones anunciadas a los transportistas polacos, la reacción de Polonia a los transportistas bielorrusos será idéntica. Este cierre afecta a camiones y vehículos y significa la clausura del tráfico de mercancías entre ambos países. Sí se permite el paso a coches y peatones».
Pese a que se trata de una reacción y respuesta lícita, el sector del transporte de mercancías polaco se han mostrado muy enfadados con esta medida, entre otras cosas porque se estima que hay hasta 2.000 camiones atrapados a un lado y el otro del paso fronterizo, atascados por esta decisión. Con todo, los grandes perjudicados son los transportistas bielorrusos que para poder regresar a su país deben hacerlo a través de Lituania y Letonia.